Por Ernesto Bustos Garrido (Corebo)
Emile Zola usó alguna vez una cámara de fotografía para escapar a sus propias angustias. Llevaba una doble vida. Se angustiaba. Se sentía entre la espada y el fuego. Había instalado a su querida (la exniñera de su hogar) en un piso muy cercano a su casa donde vivía con su mujer. Ella era posesiva. Ella terminó sabiéndolo… e incluso más tarde, aceptándolo.
Leer MásEudora Welty, escritora… y fotógrafa